Los Ojos de una Habitaciòn

Esta es una habitaciòn y todas sus curiosidades.
Por las paredes ciertos puntos observan la existencia
allà afuera, pertenecen a un universo que
enteramente sobredimensionè. Aunque 
en sì mismo todo universo se sobredimensiona.

Tal latitud lleva a un ideogràma, como si grabara en
un dibujo, no sòlo la figura llevando la cabeza 
de una serpiente y luego un telescopio 
intentando alcanzar a los dragones.

Oì que en tal intenciòn debe existir el deseo de 
conquistarlos. Pero -en lo personal- apenas puedo
tocar una recta, un sinfìn de puntos con una
propia conciencia, enarbolàndo ya su melodìa.

Entiendo recien porque se alargan los puntos en
esa recta. Y tienen que extenderse 
como lo hace un tejado..Quièn sabe dònde...

O en sentido inverso el texto escrito ha mucho tiempo
en complicidad con una cigarra es evaluado como
alimento por algùn termitero.

En ese opuesto el mundo es proteìna balistica, un ahora.

Una pieza, siendo la greva y espinazo, jugando
taciturnos en una madriguera.

Sus elementos -platònicos casi todos- dibujan frutos
en una ventana - en realidad cavan trincheras- Clepsidras
con las que aguardamos el universo desde otra sabidurìa.
Màs inutil aùn que aquella con la cual lo vivimos.

Asi que me toca ir en busca de algunos profetas.

Pero ellos ni el tiempo importan.

Sòlo la divinidad mantiene su peso
ahora que llueve.

Y ese es el ùnico equilibrio.



Guillermo Paredes