jueves, 19 de junio de 2014

Poelasticidad Personal





No somos aquello que pensamos.
Una interpretaciòn bastarìa para quemar
una luna o decirle a un moderno compañero
que la visiòn es un sintoma muy pequeño 
de la inmensidad donde algo existe, pero
no alguien; esto serìa lo mas parecido
a mi existencia.

Y veo cintas sembradas por serpentinas
en una cuadratura donde la cera deja
un aguacero, allì toda pagìna es
exegesis, asi lo quiso una letra.

Una letra es un convencionalismo ahora
mas que un arquetipo.

 Y para el talento hay que tener el lenguaje
del alma y del mentòn, del pliegue 
en el cielo del ave. De una oraciòn donde
los templos extrañamente callan para 
oirla. Debo saber que ello y no otra cosa
es lo profano y religioso.

Por lo tanto es profètico.

El poema no necesita dar tantas rodeos 
como cuando està en mi existencia
para descubrirlo.

Pero recuerdo que sòlo soy una forma de
lenguaje, una màs, otra que diariamente conserva
inutilmente un tomacorriente. Un paso
determinado por los pocos metros
de una garua limeña...

Y de un zocalo...

O una pared que es mas precisa cuando sumo a 
ella una vocal y una consonante.

Finalmente es todo lo que hago para 
pronunciar mi apellido.

Y tendido en los suelos, tal apellido
no importa.




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