miércoles, 11 de junio de 2014

Sin Titulo ni Final aùn







He arrancado el azogue a algunas cosas.
Un libro rankeado debajo de los manantiales.
El marco de oropel muy pareciendo a un
predestinado. Me pregunto de què.

Bajo estos eventos los cielos son barrosos
llenos de abanicos y quistes, como las
flotas que esgrimen palabras donde
huye un crotalo, hasta el asterisco o la
pulsiòn de la fiebre.

Desvanecense musculos y graves sonidos
que nos domestican, son embadurnados de
incendios y breas que estilan el paso doloroso
del meteoro en el apriorismo o la raya; los
portes suben a la ecuaciòn
nuevamente sin ninguna incognita.

Entre ello voy consultando en el alba...El
porquè se unen los numeros y las palabras.







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