miércoles, 18 de junio de 2014
Esgrimas y Osos
Los crucigramas eran de escamas.
Algunos resistieron lacrimògenos una avenida
de relàmpagos.
Vagaron entre dirigibles.
Acariciaban el tobillo del hipòdromo.
La certeza del torbellino en la flauta del caballo.
La poesìa de herraduras con inteligencia
de llamaradas que sòlo vemos en
coordenadas donde el crepusculo compite
a punta de esgrimas con un oso. Kleits sumò una marioneta
a ello. Pero èl no resolviò un sòlo crucigrama
hasta donde sepa y hasta donde sè, esta forma
de concebir la sepia y la obsidiana es supersticiosa
como un talisman en un lago.
Los crucigramas son pòcimas.
Iniciaciones de liras verticales segùn el
conocimiento de una fogata.
Y por màs que ella no posee naturaleza
lacrimògena.
Posee una naturaleza finalmente.
Y como Kleist sigue dibujando piràmides entre
esgrimas y osos.
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