lunes, 16 de junio de 2014
Menguantes Convexos
La nieve sobre venus.
La nieve disputàndo una criatura al diluvio.
Luego el paso del pentanteuco, fluye entre los rieles
mientras los dìas son absolutos: como una abstracciòn entre
los arquetipos.
Faroles de unas y otras làmparas por donde los dìas
y años se encamina; vigìas y años encaminanse: feretros de luz ascendiendo a
un gris universo donde las casas columpian sus fardos entre
historias de craneos y suponiendo que todas las
cosas son antiguas, entonces durmieron sobre el
hielo. Uno que en nuestras manos nos
canta prehistorico.
Melodìas que hoy despiertan con los barbaros -Platinadas-
En ellas las sìlabas, con ilimitadas arcillas y entre pendientes,
el entendimiento que comprende un hombre si es completo
como el amor o las hogueras primeras convexas.
Lucido el soldado. Lucido el puma del arete en la lengua
con su ademàn de acantilado donde la noche
los apostaba.
Para que anhelen nada màs que menguantes.
Y saber si de esa manera eran capaces de
golpearse contra los astros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario