lunes, 30 de junio de 2014

Las Sienes de los Osos






Como un barco caminando entre alamares
y conduciendo inviernos de naipes y divisiones
de aluminio.

Como una secuela llena de corazas y ruidos de
grises tenedores mostrando estructuras ideològicas mas 
fuertes que este otoño 
-la màs poderosa idea esta mañana-
evocado con indolencia
por un ciclo.

Igual a una experiencia del relato con fondos
donde la existencia sobrevive al final de
una ilusiòn como el hombre y
la sed pervierte misteriosa, la
poblaciòn del cuarzo en la muselina, la predisposiciòn
de yescas entre los meridianos.

Y en las flautas muevese la silueta
con su caravana de piel mordida
en los patriarcas de la mente.

Simulacros de pelo en este instante. Intactas nervaduras
donde el silencio se convierte en cartulina.

Mentones de trigo agrestes entre los 
miradores deformandose.

Pròximo el lunar sin impresiòn
La simiente despuès del funeral donde
tambièn la onda pregunta còmo fuimos y en dònde
dejamos los hipopotamos que hablaban
de crucigramas con nuestras sienes
diariamente.

Pròximo el verdor. Pròximo el arpòn. El verbar. La
situaciòn de las cordilleras y los valles encerrados
en los lustros de los bosques donde
basta mirar como cae el agua 
entre la lluvia para saber
que proviene de otras
sienes.




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