lunes, 23 de junio de 2014

La Cabellera del Imàn







Yo iba a vivir sobre un imàn.
Como todas las cosas que hay en los cabellos
yo iba a vivir sobre un imàn.
Iba a situarme en las plazas como las aves
a esperar el geranio.
Iba a desprenderme del musgo si la humedad
concebìa en vano el granito.
Irìa de olor en olor hasta encontrar un rascacielo
que alcanzara en las noches la altura
de una fronda bendecida por
antilopes.
Centrarìa los filamentos del àrbol y las escaleras
por donde la conmociòn hunde la sepia.
O escribirìa en las ceremonias de 
un cadaver como empieza el aliento de la astrologìa
en el peso de los muertos.
Yo iba a escribir de la tentaciòn una vez que lo
temerario no hallara destreza.
Y al recoger de los cabellos imagen y tambièn
esas fragatas que al recopilarse son
inundadas por barcos
derramarìa todos los soles que alguna noche
anduvieron por mi vida.
Los entregarìa otra vez a mi corazòn.
Porque sòlo el les darà el primer significado
del crepùsculo.





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