Buscarìa una puerta con yelmos de emanaciones.
En la transliteralidad del poema con pedazos de
un niño.
En los telescopios formados por los
acidos.
En ese subir hacia la nada con apostoles.
Comprenderìa que hay cosas que son gigantescas
en el roble de las cabalgatas.
O descubrirìa que el acento del prado siempre
se acerca a las columnas con un interior que es silencioso.
Musitarìa en los himnos de los dirigibles
sin esperanza de subir en ellos.
Me acercaria al sol sin conciencia de que
serè dividido por el fuego.
Concentrarìa cada uno de mis ojos en ese espejismo
donde la muerte es mas ardiente incluso que
todas mis supersticiones.
Irìa detràs de un candado rojo.
Describirìa al entendimiento con el erotismo
que no puede describir la idea.
Me volverìa pàlido.
Insistirìa en los productos del temblor y mi aliento
con la caminata de un viejo conocido que busquè
cuando el horizonte dibujaba mas de un ala.
Vivirìa en ecos como el de los tambores si mis
oidos resistieran.
Y hubiera, por sobre todas las cosas hubiera...
buscado editar en mi piel algùna distancia de mi alma
si ella se hubiera podido unir con la tierra.
Guillermo Paredes
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