martes, 3 de junio de 2014
Llegada de Gacelas
El libro despierta.
Su sueño estuvo cargado de anclas.
Su prologo es ahora de plàsticos.
Alguno de nosotros lo tomarà y se alimentarà
de sus hojas. Necesitarà utensilios por
lo tanto me dirijo ahora a una tienda.
Un onomàstico me dice que
seràn necesarios tenedor y cuchara,
asiento y ya en mi manos, el destino
que tenìan empieza a ser olvidado.
Otras luces brotan.
-como si las hojas pudieran ser iluminadas me digo-
Esa es una reflexipon fuera de contexto y estrofa.
Otros brillos que puedo comprender entre
los utensilios pero no entre
las hojas
donde tendràn que vivir desde hoy comunmente.
Lo comùn es lo que puede aliarlos
a la eternidad.
Pero la eternidad es una gota de agua.
Un vaso lleno de aire. La fàbula del vacìo
cuando las gacelas enumeran
la llegada de los leones.
No de las hienas.
Guillermo Paredes
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