martes, 10 de mayo de 2016

Poema




La mujer es de nieve.
Ha comentado su vida sobre la luz
asi que deduzco que tal vida
bajo el brillo del invierno
contiene un prisma.

Alguno de esos colores en el prisma
deja entrever algo extraño.

Una araña o un lenguaje
tipificado por regiones donde el
mundo es ardiente o la vida
empieza por corazas.

La mujer es de nieve
pero su invierno es un prisma 
desde el cual uno de sus colores
deja entrever un misterio
y ella nos deja pensar 
en la existencia del cesped o de
un tigre, de un sabueso o
el espìritu del borde
situado en perimetros
donde el matiz del hombro
alcanza el precipicio
y a pesar que un precipicio
sea la llave de un màgico horror
ella piensa en la magia 
como un invierno 
que se dobla
igual como en las manos
una hoja.

La mujer es de nieve.
No conozco ni puedo imaginar
los clanes o kilometros que 
lleva, pero su mirada alude 
a los preludios por donde
alguna vez planificaron
las mejillas un universo
inusual para el verbo
para el panorama de las
escobas o esa casta donde
la adrenalina quedaba
sedada en los telefonos
con una pisada que 
llegaba del sonido.

Llenando el infinito de
dones y satelites.






No hay comentarios:

Publicar un comentario