martes, 10 de mayo de 2016
Los Felinarios de la Lluvia
Creo que habìa un significado apartado
de la hoja mientras los felinarios se
desintegraban.
Creo que una flor se encontraba en una
parte de la aguja, para que no fuera hallada
por las cigueñas.
Tambièn estimo que esa flor adoptaba
las formas de una maquina, antes que
existieran los termometros.
En uno de esos pètalos los pelìcanos duermen
entre relàmpagos, confundiendose otra vez
con la sensaciòn del hambre.
En otro, habitaciones de plumas son
acariciadas por la nieve, bajo un ardiente
invierno.
Pero ningùn invierno es ardiente.
Los inviernos sòlo toman sus cupulas y
observan el granizo al formar paladares.
Creo que en el invierno no es cosa de
tropicos ni leyes de fragatas que nos conducen
de noche a la fiebre.
Que los relojes se desvanecen segùn el orden
del tiempo en losparpados, simulados por un
ojo ancestral huyendo de las ramas.
Que los preludios nos sacuden porque nuestra
capacidad es limitada en otra mesa.
Que las parejas que caminan hacia un altar
son espejos.
Creo que existiò una manada entre las
reliquias y no comprendì que eso podìa ser
religioso.
Que las ramas provienen tambièn del strès
y de los choques, de su lenguaje textil
a veces.
Que esos dos muchachos que caminan juntos
si se empinaran un poco sobre si mismo
accederìan a un universo entero.
Creo que tal muchaco puede ser de aluminio
y ella tambièn puede serlo.
Creo que habìa un significado apartado de la
hoja, mientras los felinarios entre la lluvia
se desintegraban.
Y una luz de sueño en una parte lejana de
los àtomos se crucifica.
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