lunes, 23 de mayo de 2016

La Sed Azul








Recuerdo el amor, como la sed mas azul
de un fragmento, reuniendo avalanchas.

Lo recuerdo por las crestas en las puntas
de sus olas bordadas por hilos de algodòn
para siempre.

Por sus pedazos de eternidad construyendo
lechuzas en los faroles.

Lo puedo tocar porque al lado de la pìel se
transforma en diàlogo.

Puedo memorizar sus jardines si como 
opuesto, coloco a los patios.

De cada jardìn dirè que llevaban los huesos
en sus alas y en cada ala los capìtulos de 
sus vuelos no significan ninguna profecìa.

Recuerdo el amor porque es una especie de
barco que rastrilla en el olvido. Un olvido
compuesto por la tarde de dinosaurios.

Està sentado frente a mì como un prologo.

Como una faena de fragatas escupiendo
en la aurora a las formas blanquecinas de
los àrboles.

Recuerdo al amor porque en su cuello lleva
un buitre y esa imagen se vuelve a reiterar
en los ojos de la luna en la tierra.

Dentro de una calle amarilla donde crecen
los profugos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario