jueves, 26 de mayo de 2016

Encuentro






Alguna noche te has encontrado con una palabra.
Creiste que ella serìa quien dirìa algo. Lo mismo
pensò la palabra de ti..

Te has encontrado con una palabra y seguidamente
determinaste el peso de su casco hundido en la
nieve. Tus pasos tambièn fueron determinados desde
la misma visiòn por ella. Luego...

Pensaste para tus adentros y te golpeaste la cabeza
con la fuerza necesario para que se de cuenta; no
era necesario; ella pensaba y hacia lo mismo.

-ello tambièn lo puede manifestar un reflejo-

Una noche te has encontrado con una palabra, pero
no creas que serà la primera ni la ùltima, habràn
otras que tendràn espectadores semejantes a
los cocodrilos.

Al olfato de las hienas debajo del agua.

A las fogatas. Al humo que pinta de noche sobre la
cera o es invisible, igual que un relive de cefiros en las
corrientes.

Alguna noche te encontraràs con una palabra.
Lo curioso es que habrà un ser observando y su
naturaleza parecerà omnisciente.

Ese ser arrojarà las corazas al vertigo. Construirà un
tipo de intensidad para que tù y la palabra, duerman o
sueñen despuès de haberse hallado.

Y despuès que la realidad haya quemado sus ultimas
casas por la tarde.

Casas que en el fondo de mi corazòn siempre pensè
que eran cenizas.

-eso es primordial -en ocasiones- para tocar una figura.

Y no se desvanezca entre inauditos encuentros entre
un hombre y la palabra.





No hay comentarios:

Publicar un comentario