lunes, 31 de agosto de 2015
Las Gasas De Eter
Poder llegar a un astro de otra manera.
Reconocer el menguante, construir una arboleda.
Consternarse, edificar un soplo, presentar junto
a otro, el oido. Poder llegar, trazar un estro,
preservar un oceano como una guarida
conservar -què mas dà- una de las siluetas con
las cuales llegaste al sueño, recrear el universo
de las falanges, enamorarse en voz queda de
un cuello, de un universo de alfanges, de la
historia del albañil, una historia llena de
circulos sobre la noche. Poder
relativizar toda quiromancia, escribir del
oceano con una supersticiòn en los labios,
en el proyecto de una mejilla caminar desde
el principio a una nube, contemplar cada pedazo
de esoterismo sorprendido por lo celeste
en uno de nuestros claveles, defender un puñal
de la lluvia, defenderlo de los vidrios y las
alturas del sueño, imaginar un rapto del sueño
en las hojas, sobre todo reconocer ese rapto
despuès de una herida, tejer algùn lado de los
mares, concebirlo en el momento en que
los eventos son planeados de manera amarilla.
Como inmensas gasas en el eter.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario