jueves, 27 de agosto de 2015
Acontecimientos
Alguna de las cosas en que he crecido estàn hechas de agua.
Otras son de madera.
A las segundas pertenece un àrbol. Uno de mis pensamientos
adherido a una corteza. Uno de esos tantos pensamientos
creados sobre una mesa, en el interior de un dialogo que nunca
fuè con las estrellas, pero que parecìa bajar en cada una
de sus formas a todas las constelaciones del universo, un diàlogo
siempre intentando encontrarse consigo.
Pero generalmente no fue asi.
En ocasiones sòlo fue un extraño monòlogo que hallaba el sueño
en las paredes.
En ocasiones sòlo fue el trebol por donde el prisma contemplaba
el verdor anunciado por las profecìas.
Otras veces fue el sonido de una voz despertando este cuerpo
de ese umbral que para esa hora del alba era un presagio.
Yo vivì conmovido en esos presagios.
Ausente y literal de mi mismo en cada momento de mi vida.
Totalmente absoluto si trataba de colgar mi carne en una iguana.
Pero yo creo que algunas de las cosas estàn hechas de agua.
Otras de eter. El hollìn de esa chimenea es la ceniza del carbòn
y la piedra que està a la entrada de la puerta obedece a una
historia que la realidad no contarà jamàs a todo lo que queda de
mi casa. Ademàs, todo lo que queda de mi casa està encerrado
en otros acontecimientos. Diàs de calor por ejemplo, en que el
verano entrarà por la ventana directamente en mi mejillas.
Con ello se anunciarà otro movimiento.
Y al ser envuelto por èl, yo olvidarè que algunas cosas estàn hechas
de agua.
Y otras son de madera.
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