jueves, 13 de agosto de 2015

La Soledad Como un Enigma




La soledad como un enigma que se mimetiza.

La soledad cuando se extraña.

Desfigurada por el movimiento de las cosas.

El sol tambièn en movimiento.

El sol que no es de invierno.

Un juglar encerrado en el pavimento.

La soledad que diseca arañas.

Recibiendo parpados en cada una de sus uñas.

Describiendo las cosas arcanas del otoño.

Dando de beber a los halos.

Impregnando de raices la espuma.

La soledad donde se amanece e hiponotiza.

Tomando ceremonias del limbo.

Añadiendo a la extrañeza el canto de las

tradiciones, el del pino, la armonìa del cipres
.
La soledad de visusalizaciones del agua
en el papel.

La soledad en aquella casi en la cual sueñan
los gatos, de un solo paso, de una sola
esquirla.

Esa soledad de intereses de nieblas.

Con capacidad de invierno medieval y 
multiplicaciòn de las ranas.

Esa soledad amenazando las sumas.
El dios emplumado en la arena.

El  rasgueo de la arena en el despligue.

La conjunciòn del don con la alabarda, en una
especie de continentes de flautas.

La soledad con forma de espolentas en la
poesìa de la nieve.
Como un navìo.

O un girasol por el cual la introduccion a la tarde
es cientifica.

Una soledad donde una serpiente se dedica a oir
en las escamas.

La soledad llenando de ganzos las cavidades, los
puntos cardinales de una celula.

La soledad como una libelula o una consideraciòn
en relaciòn a todo hormiguero; la casa obscena
del esquimal en el estìo.

La casa obscena de un esquimal en un plano de
branquias.

Plantando osos en el hielo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario