lunes, 29 de septiembre de 2014

Viaje a la Estrella Filarmònica






La estrella es filarmonica.
El sol desaparece en sus poros.
Cartas como los rompeolas descifran sus tardes.
Una sensaciòn como la luz y el navìo adelgaza un tiempo
ebrio de plasmas.

Entonaciones monòtomas de reclutas toman
el sesgo de los almirantes.

Cordilleras de multiples azogues
deslumbran el leprosario de sus cruces nictalopes.

Pero cierta estrella describe que no es sòlo filarmonica,
que sus ciruelos son un punto argumental si permanece
y constituye telas e imborrables tejidos; publicas impresiones
como el neòn y la cultura.

Cualidades hiperbolicas de espejos.
Teorìas de constantes en estaciones luminosas
donde labra el megàfono su invierno de extasis. Su
traducciòn imborrable del lago. Esa fantasìa que 
igual a un ser deja al tropo la imaginaciòn, la estela
por donde gira el elixir de un planteamiento.

Teclados reinantes en un opus, llegando con individuos y en
sus labios las herraduras nos devuelve esa tendencia
a la garrocha, a los minimos animales
que un diametro en su fantasìa señala.

La estrella lleva un meseta
-era antes filarmonica-
Un alcaloide situado en los extremos.
Un suburbio donde el torax asimila aùn pastizales.
Un dueño desconocido y atlantico llega hasta ella
con los primeros espacios primaverales
y asimismo una hebra
descompone infinitos vocablos entre los crimenes
de su logos.

Y nosotros, tan sòlo esperamos que tales
estrellas desaparezcan.

Lo filarmònico es lo ùnico que quedarà cuando
suceda para interpretarlas.







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