sábado, 13 de septiembre de 2014

El Hilo de Poseidon





Recuerdo con cenizas este sentido, donde los
archipielagos eran una mascara de lo profundo. Una
forma de acero para no llegar a èl.

Tengo en claro que no todos los movimientos 
logran dirigirnos a las estrellas y esa es la misma 
experiencia y sabidurìa del pajaro.

Me comporto sin ninguna originalidad y a no ser
del puente que trasciende -como olvidarlo- especulo
entre jardìnes sin eventos.

Cùantos plàsticos existiran ahora que dibujo
en el polietileno, cuàntos veràn la historia donde me 
alimentaba de acidos. Esa historia de olvido porque 
yo no tengo memoria.

Yo sòlo tengo los presentes de una cruz
la oligarquìa de los techos 
el momento que no es sagrado, pero sobrenatural
como un espejo devolviendo las astillas, vive
ensimismado.

Y sòlo es mìo el mastodonde de 
ribonucleico vuelo y los carbones donde
el jade nunca roza el diamante.

Me pertenece el hilo inmovilizando del tiempo
en un lugar donde el pasado, el presente y el futuro
no tienen el poder de conjugarse.

Yo toco ese hilo. Tambièn lo estropeo.

Para no siempre memorizarlo. 

Yo veo en los eslabones
el dequeismo de su playa. Su linguistica de platano
escalando las vallas de los acantilados
con dones silenciosos escarlatas
y llevados por la rafaga
a un campo de golf
a una mañana sin feromonas ni bodegones.

Y recuerdo ese significado puro
de hipocampo en sus lianas. La enciclopedia de la anatomìa
donde el pièlago imita en el romper de
las olas su clarinada. Todo,
todo en absoluto parte
de ese hilo cuando lo olvidamos; hasta casi semiòtico
asciende entre atavismos.

Yo recuerdo con cenizas este atavismo, no tengo 
porque reprocharmelo. Sè por donde empieza en relaciòn 
a los patios. Conozco en funciòn de sus reminiscencias
y hasta la pergola deriva hacia una matinal economìa
con los tridentes, muy a expensas del teorema
de poseidon en la espuma.

Ademàs, poseidon sòlo es conciente del agua.

El se deshizo de la palabra
hace milenios.














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