martes, 2 de septiembre de 2014

La Soledad de la Imaginación








No es sencillo estar solo. No se necesita mucho
para llegar a ello -sin embargo- no es sencillo
estar solo. No lo digo por alguna emanaciòn
o el escrito del misterio que sube hacia la nieve.

Lo digo nada mas porque en esa soledad
resucita el proposito de una cabellera. Lo pronuncio
por el salmòn partido en dos por mi boca. Lo menciono
antes que la resaca se lleve los botines que colguè 
en la arena. 

Parece en algun momento triste, pero eso es cosa
del poema. Mi espiritu no busca salvarse del mismo.
Aqui no hay sobrevivientes, todos tenemos un tajado
y un bolido en proporciòn a los cometas que pueden
ser tocados - no imaginados- la imaginaciòn es otra
cosa.

Lamento que sòlo pueda desplazarme entre mirlos.
Lamento mucho que la tierra deba ser tocada para
conocerla, pero yo pienso siempre en abstracciònes
y hechos semejantes a una peninsula.

Es lamentable
que estemos hechos de portatropas y terrorismos.
Que haya meditado tanto entre los overoles.
Que no haya disputado a mi corazòn 
las galerias del agua.

Allì donde los peces transforman en movimientos
del liquido a los cementerio; una calle de 
sepulcros donde el asfalto con una señal nos muestra
quienes vivieron. Eso tambièn lo transforma en movimiento.

Es lamentable lamentarse de algunas cosas cuando
escribo. Cosas totalmente ajenas cuando existo.

Eso lo sabe sin ninguna exactitud el texto.

Y el proximo encantamiento.

Uno que tenga el poder para quedarme perpetuamente
en èl.








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