Me hallo entre pasajes que a veces interpretan el mar.
Entre peninsulas que se inclinan a una noche, igual que
un cientìfico -no siempre- a los objetos de un laboratorio.
Un poco extraño en las silabas de una repùblica.
A veces solo, perpetrando en una llanura la etica
de quien no logra edificarse. Y por ello solamente
edifica.
Segùn ello mi comportamiento es subdesarrollado.
Y si es asi, deberè existir en locaciones de esquemas
pseudo-revolucionarios. Aquellas que dejan tan sòlo
una particula; un atomo; la escolaridad del trazo sì
es de neòn y otras cuitas vesperales.
A veces pienso en mì como una frontera; ocasionalmente
lo pienso y camino sellado por mis lìmites igual que un
pedazo de cosmos en el infinito: Tambìen hay yugos y
banderas. Asonadas como el sueño.
Solitario entre acadèmicos tràficos, intento detallar el
sufrimiento de todas mis alegorìas
-la calle -debo decir- es màs grande que tal
reciprocidad-
pero vuelvo a eso tan solitario, intentando tramitar
palabras con lo espìritual.
Eligiendo vegetaciones entre mis depositos.
Y acariciando treboles de civilizaciòn, toda actividad de
mi alma parece regresar al principio.
Polìticamente siempre estoy agotado.
Fisicamente lo ùnico que hago es enumerar al final
de la noche, aquello que descubrì geogràfico
y terminò como geografìa del atlas
en esas extensiones que llevo como milimetros
de fugaces morgues.
Metabòlicamente toco el artefacto màs docil entre
mis entrañas. Aquel que huye a los astros, sin necesidad
de mirar astronomìas. Hablo del espìritu.
Polìticamente tambièn existe la dinàmica y aunque viva
agotado, està la hidrostàtica y una relatividad del caos
segùn el devenir en este caso. Pero me detengo aquì
porque es el punto donde llega todo explicaciòn feromonal
de mis pañuelos.
No sè si calido o soleado analice el conciente.
Si ese conciente me pertenecìa o vivì dedicandome a
esquilar heliotropos; no lo sè. Pero en la pared
evangelica de este miocardio se reencarna
un opus que combinaba menhires con el
azar y los universos del mercurio.
Y ello sucedìa como particularidad
en todas mis cosas. Esa es la genetica en toda
consideraciòn astrològica que pueda o no
suceder si transmigro en los alamos.
Y si la palabra deja que
suceda.
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