viernes, 5 de septiembre de 2014
Sobre el Dón, el Talento y las Arañas
Tengo una casa de vidrio.
Por ella es posible que alguna vez haya
caminado el talento; no lo sabré jamás: el dón?
Al dón lo vi siempre adherido de las paredes pues
su destino era encontrarse en los ángulos con las arañas.
Son las arañas las que tejen en el universo los hilos.
Siempre he creido que desde un hilo es
infinito el poema. Cúal será la
relación de ese poema con
el infinito me pregunto.
Si hablo de mi espíritu debo decir que nunca fuí consistente
para crear desde ese talento, desde ese dón, desde esa araña.
Yo llegué a la tarde con otros episodios de mi vida.
Y nunca pensé en la vida de nadie ni en
mi vida cuando escribía. Eso debe ser
muy claro. A alguien como yo que nunca llegó al talento, ni
al dón, ni las arañas, sólo le queda ir detras del pensamiento
que sostiene todo pensamiento.
Eso es una brujula. Tal vez hasta un clepsidra.
Y puedo hablar del presentimiento como un pensamiento que
presagia en la medida que en la medida que observo en los ángulos
esa extraña lucha entre los dones, las arañas y el talento.
-lucha que todos sabemos o intuimos es perpetua-
No inmortal. Lo inmortal es otra cosa.
Paralelamente acontece otra cosa; los pájaros llegaron.
No sé que tiene que ver con las cosas que fueron
escritas más arriba.
El hecho es que las tres fueron convertidas
en tridente.
Y con ello tales pájaros se alejan con los dioses.
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