sábado, 6 de septiembre de 2014
Neolunar
La puerta de vaticinio neolunar.
El astro de efluvio y basalto ademàs de
ilustraciones plasticas en una cadena.
La pòcima clasica del riel llena de
amatistas donde el freno es
movil y desprendimiento de fosiles
aprisionan un aguacero.
La transparencia con que una regiòn
llena de huellas y peninsulas un obelisco.
La isla de sienes.
Las calles troqueladas como un apriorismo.
Experiencias de sueño incendiadas por
castillos de oxigeno y albedrìos de
estro como la seda.
Manuscritos de poesìa en el loto,
disciplinados por membranas de conocimiento
y madera en las fraguas.
Heridas de franela en el viento
confeccionando el tiempo del remolino
para los husares y leñadores.
Y entonces el azar: una colina donde
los cuadernos trazan el ambar
con la sensibilidad de un adorno
transparente.
Y sin darnos cuenta llegamos
a un artificio.
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