viernes, 12 de septiembre de 2014
Alegorìa
Veo el circulo.
Se desprendio de la circunferencia y ya que
la circunferencia no es un circulo
-puede ser un ovalo-
veo un cìrculo.
Miro el violín a su lado,
la canción de acero de otras sinagogas llegando
sin apariencias.
El viento de geometrías como las que tiene
la experiencia de una silueta
rodeada de carne al ser
algebraica.
Pero...Eximio de laberinto alguno, veo el circulo.
La rueda comportàndose de manera lirica para que
el lenguaje convierta sus versos en mitografía.
El imperio de la linea observado por
un diluvio que no era holocausto, pero selló
las nebulosas en un advenimiento donde el requiem
presentía los adioses.
Sí, nosotros podemos decir que al final
de todos los elementos
la quimica de las cosas es sobrenatural.
Que la vida es un fantasma de agua con recorridos
que algunas descendencias recorren
aùn entre los vertigos.
Que ese silencio que precede a todas estas cosas
aùn conserva en la espuma un idioma.
Y nosotros logramos transcribir y
reconocer astronautas en ellos.
Veo el cìrculo y ninguna apariencia ha llenado las
torres de agua.
Ahora podemos abrir las puertas de las
que estàn hechas esas torres.
Aùn entre sus nùmeros, nos mostraràn la
existencia de los hombres.
Algunas veces seràn circunferencias.
Otras nada màs que
circulos.
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