domingo, 20 de abril de 2014

Los Màstiles y lo Absoluto









Observaba los màstiles.
Tras de èl los cielos dejaban de ser anagògicos.
Yo pensè en la arqueologìa de todas las ciudades 
durmiendo en los oidos. En ellos todo era profano como
cuando entendemos el deseo conjurando un demonio.

Observaba y creo que el universo se dispersa
en ciertos mensajes donde el caos rememora la nada
y escribe de todos los mundos porque no hay otra posibilidad
despuès de haber bebido el agua, despuès de haber soñado en ella.

Conocimientos donde la luz recoge una alfombra, un deliberado
pedazo de boca, un vendaval sin tratos, con particularidades
de boinas que determinan el velo.

Eso lo sabe la poesìa cuando se detiene en los pliegues
de un grillo.

Eso lo sabe porque despuès de ello
nace lo absoluto.




Guillermo Paredes Mattos

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