jueves, 17 de abril de 2014
El Dolor del Agua
Haber citado lo indòmito.
Haber viajado en el alma sin poleas, totalmente anaranjado.
Preferir un riñon que camine gaseoso por el portento
de ninguna experiencia, un riñon extremo hasta las algas.
Vivir incrustado en la apariencia como si esta noche
la realidad pudiera sacrificarnos.
Haber tocado lentes
o ideogramas.
Mirado una historia de papel que cruzo un drama
sin una palabra en la hoja. Haber sido ese drama o no
haberlo sido, segùn las leyes de la dialectica.
Haber muerto como la esperanza sin necesitar un
lugar determinado ni una hora, siempre a todo instante.
Predestinados de ningùn destino, presagiados en
un buho que habla aùn con el alba.
Con lo aureo.
Con lo poco que nos queda de mistica cuando
cortamos el agua.
Pero el agua sangra sòlo para ella.
Y jamàs nos deja ver sus
heridas.
Guillermo Paredes
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