domingo, 27 de abril de 2014

La Traslaciòn del Nombre








El aquello o allendes semejaba. Un astro de santabarbaras
en un patio de cenizas.

Una linea mas allá
la madeja cubría el aniversario
de movimientos como la traslación de la tierra 
y lo hacía convocando a los del universo.

Miles de planetas quebraban las manos.

Millones de platinos, junto a la cabecera
donde las hojas dormían pero no acompañadas 
del sueño.

Cipreses de agua en la imaginación
iluminaban reglajes, a través de estos
el lumen perseguía desde la creación relampagos,
el quehacer del día, al martillo de seda,
el hongo veterano sin tropos

Liquenes de adioses en el desasimiento
antes de ser aureos.

Antes de imitar la verdad en el poema.

Porque es el poema y no la vida la
que une y separa los nombres.




Guillermo Paredes


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