martes, 8 de abril de 2014
Las Provincias de los Justos
Son dos bosques frìos.
Una hormiga y otra persiguiendo una linea.
El ortodoxo mar del aerodromo donde las ballenas
aùn aguardan el cielo.
Valles instrumentales creados por la sal y la tierra.
Una especulaciòn tempranera y vesicular lleva
jovenes cigarras en los sudores de su peninsula
y las costan izan migraciones de cefiros
respondiendo a otros.
Poblaciòn de cartas que orientas tu corazòn a un
murcielago. El planear del mismo entre constituciones
sin gobiernos ni leyes que puedan replantear
una esquirla.
Lleva el universo su generalidad de parpado como
templos y mientras la nebulosa es
cuadro telefònico
de edificio o mèdula
entre sustancias de ramplas y mentas
el ocaso de los fines sube al libro.
Entonces nace el interprete.
Y su provincia de justos.
Guillermo Paredes
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