miércoles, 9 de abril de 2014
Las Posibilidades del Humero
La nuca estaba hecha de cucardas.
Algo asi como el techo del ficus
decía que no encontraría ángulos más que
de hojas. Alguien con el número del amor yacía
en el aire para que fuera posible.
Pienso en la posibilidad como un humero.
Como un reino de fetos dorados que yugularmente
esquivas en dimensiones de celestes memorias: en ellas
pende el halo y su fosforescencia es un vitral
llevándonos a mandrágoras envueltas por
campanas de fusileros y hormonas de
cisnes.
Espolones de charcos y anzuelos, boyas con
referencias al escarlata donde el menguante fue
exterminado y bocinas ardientes
liberaban un prado de los sacerdotes
del monje que aterriza aún en el plasma. Neones
de planetas con horribles termiteros
donde la espina se inclina al yugo
del sudor en el desierto, tan lejos
el habla, tan dejar de tocar el habla y la poca
coincidencia de la intuición en el patio, el gen o
la vertebra desconcertada de la mariposa negra.
Omnisciente como una enfermedad llegando
del ópalo a la vida.
Y sellando el mismo en la arena.
Guillermo Paredes
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