viernes, 4 de abril de 2014
Corazòn Mistico
Heliforme al cambiarlo todo.
El solidificar de la hierba. El meridiano
de carburos y las cosas pasando con lenguajes
en x. La incognita es de aplomo segùn
los planetas.
Despuès de ello apuraba el requiem una
flora de capìtulos y epidermis basados en màquinas,
atribuidas a la fauna; allì el resquicio, el reconocimiento
del farol a lo lejos en una isla donde un sobreviviente
arrastraba la pureza entre olmos.
Nosotros no lo conocimos, sabìamos que
era un obus. Un grillete.
Liternas que aùn giran por la noche
en la conciencia de alambrada, por ella
las hormigas aùn avanzan y la memoria
sostiene en esa imagen no sòlo el
universo de un punto que parece
perpetuarse.
Y el rostro llamando en las cubiertas de una
bolichera a los tigres, separando en el llamado
aquello que es descifrado de aquello que la soledad
guarda en secreto para otros dìas.
-los dìas que seràn aguardados son de papiros-
Y su destino està en el corazòn
de los misticos.
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