martes, 15 de abril de 2014

Al Izar Resplandores






El lenguaje no recorre todos los nombres.
Es un hecho contradictorio entre el sonido y el silencio
que dios dejò cifrado en la palabra.
Es una estrategia del mar antes de convertirse en verdores
o llagas.
Lleva mariposas negras desde el vilo hasta la coincidencia.
Como un àrbol solitario que no escribe sus palabras en otro, el lenguaje
se busca a si mismo en atardeceres  de piedra
cuando el horizonte es un pensamiento que anhela hogueras.
El lenguaje piensa en singular en una media.
Presagia antes de ir a un modelo.
Sustantiva segùn la ira y la rabia del sol al convertirse
en espejo.
El lenguaje es cromosoma o iòn que besa de noche una fuente.
Un dialogo con la espesura cuando la luna duerme
en nuestro cuello donde el mitòn 
adormece su canto.
Uno transparente.
Transparente y liquido como las cartas de una reliquia donde
se bate la miseria.
El lenguaje iza resplandores en los que citamos al demonio.
Un gato precioso donde los colores se duermen
y azogues como una ballena convierten las
paredes en aceite y lluvias tempranas
como el desplazamiento reciben
un puente de niños
con zapatos de
vidrio y alquimias
de plastilina.
El lenguaje es ese beso donde la muerte iza
resplandores.



Guillermo Paredes

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