domingo, 20 de abril de 2014
El Pètalo de Madera
Siempre esperamos gigantes.
O al menos una de sus singularidades de haber
sido posible, eso a travès del lenguaje. Ya no de lo fisico.
Siempre esperè ver al gitano que encuentra en èl
un poema.
Por ello muchas veces no quise vivir, mi existir
es finalmente una relaciòn entre la existencia y la
vida: como resultado no encuentro mi vida en
esa apariencia.
Tampoco entre la realidad, despuès de haber visto
morir tantos inviernos, sè que hay una mas profunda.
Luego hay muchas màs cosas que reducir y donde
las condiciones que la creaciòn me diò obtienen cabida.
Supongo que ello es un hecho que tiene relaciòn
con un demiurgo: Yo no lo soy.
Todo lo dicho no siginifica que estè a favor o en
contra de mi vida. Aùn cuando llego a la arena
puedo hablar con una marioneta de aire,
una rosa y en ella el pètalo de madera
equilibrado como un rìo salvaje
en la furia. Esa es decididamente la prueba
de que no estoy en contra ni a favor de la vida.
Mi ùnica intenciòn es lograr afirmarla.
Guillermo Paredes
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