sábado, 28 de diciembre de 2013
Los Fondos de la Tierra
Me gustaría buscar el centro de una tierra
para gramaticalizarme
-gramaticalmente hablando-
Extasiarme en
los fondos de esos aires. En la comunicación
granitica y agricola con mis remordimientos
-dialógicos-
con la historia sin grilletes de mi nube
-aquí mi relación con esa gramaticidad ya es
absolutamente subjetiva-
con el estropicio aciago de esa especie
de condición inequivoca en mi
examinar lacteo y pobre de las cosas.
De mis expresiones arboreas para que
ladee el sustantivo y una
temporada de selvas
delaten el traqueteo de una sinfonía
proporcional al sentido.
A las contorsiones de mi apellido
según el lamento de los sauces
o el mentón de la pared
acondicionada en mi boca.
Mi boca de papel y arena.
De medano e irrespirable
unión con la libertad que
hasta la soledad me propone.
Hasta la soledad.
Y entiendo que incluso ella debe
ser destruida para entender un poco.
Que el ente vive muy poco
con la definición con que camina.
Esa es evidencia casi merovingia.
Con la cual mira los lagos
y los antimonios.
Esa aurora del ser y a la vez bosquejo.
Testimonio del hoy al recibir
nuestra primera criatura de
los venenos.
Esa contracultural y venida a menos.
Oscurecida, ebria en los prolegómenos.
Buscando su gramaticidad y su
corazón en los
fondos de la tierra.
Guillermo paredes mattos
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