domingo, 15 de diciembre de 2013
El Aliento Libido
Puedes reconocer el amor porque
su fragancia es de perros.
Porque ni desnudándose llega
a ser absoluto, pero sí fantástico.
- lo mencionamos porque una cosa
nada tiene que ver con la otra-
Recuérdalo porque nunca repite
el mismo poema...Pero toca
el mismo cuerpo: perpetuamente
subcutaneo, elementalmente zafiro.
No dejes de creer en él: es lo único
en el universo que se
abraza a la polvora.
Buscalo en los sentidos.
Quiebralo en la gramática.
Conducelo a la corrupción
pues allí genera un film
masticado en concreto.
Piensa en él, como un automata
en señales de autopistas.
Reconocelo libidamente en
el aliento.
Acercalo a una libelula, pues asi
detendrá martinetes.
-hay que conformarnos con uno-
Espera que la vida se detenga, para
dejar de escribirlo.
Imagina el amor porque tal vez jamás
llegue a tu vida: asi duermas
en un fruto o una fogata.
Asi seas el centro en una bengala.
Buscalo sin semen, en aquello que
no es particular ni homogeneo.
Recuerdalo porque empaqueta
raices.
Porque siempre está creando
anémonas.
Todo ello debajo de tribus
atlanticas.
Guillermo paredes mattos
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