lunes, 30 de diciembre de 2013
La Conjugación de las Manadas
He vivido por manadas.
Ello como dato
estadístico y como dato también estadistico
debo afirmar que fuí perdiendo acentos
de sangre en el interior de los
huesos.
-ya lo sabes ente mío-
Pero esto debe ser singularizado para entender
su sentido.
Asi dejaré de ser tan individual como vanamente
me propongo.
Vuelvo entonces a la organización de las entrañas
en lo oseo.
Para ello debo tener en claro que en el
esqueleto no hay venas.
El destino de la sangre es la magia.
Existe allí otra conmoción por la
que a diario paso de largo.
A diario en ella me alimento y a veces
dejo de hacerlo.
A veces apunto a los peces en el cielo.
Otras sólo escupo.
Yo no sabía que de tanto escupir la saliva
llega a la estilistica: por medio de metamorfosis.
El sol la transforma plenamente.
Vivo por manadas.
Acentué uno de mis dedos en el horizonte
pero mis dedos no llegan a él.
Quisiera conjugar el tiempo de tantas maneras
en un sólo verso hasta llegar a las quimeras.
Quisiera. Tantas cosas quisiera.
Pero sólo llego a esto: abandonar
mi individualidad para singularizarme
absurdamente como ahora.
Y parte de una teoría
-perteneciente a la demencia-
lo comprenda.
Guillermo paredes mattos
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