viernes, 13 de diciembre de 2013
Helices
Auroreal un tanto.
De cantaro ante la espuma
o exhibiciònes de muelles.
Todas las forma de dogmas que
representàmos estàn allì.
Juicios de vidrio; al lado una rada
donde desnudamos un rìo
antes que una silaba.
Pero queda el silabeo...
El hombre y la creaciòn se apuran
en escribirla.
No significa la afirmaciòn de una nube.
Un criptograma donde se enjuga
el arte.
No es un matìz de puercoespines
trapezoidales.
Un tampoco de crisolitas
junto al abrevadero.
Es la brisa de una estructura llegando
por otra.
El cielo en sì sobre lìmites que
desconoce.
Con llaves de rutina y nave
colonial.
Guìando sentimientos y puntas.
Buscando archipièlagos donde
vivirèmos previsibles.
Previsible como la sombra al repetir
en sus siluetas los gestos de un cuerpo
para siempre.
El tensar fugaz del nihilismo en
la anarquìa.
Como la nota dictatorial y democrata,
llevando clarinadas o vestiduras
donde la sal del reino
con el tamiz
es un velamen.
Un disturbio helicoidal a la promesa
mas cernana...
Aquella fogueada por los helices.
Guillermo paredes mattos
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