sábado, 14 de diciembre de 2013
La Desiluciòn Conjugada
Flaca a tus pies la tierra, para que no tengas
donde echar raices
Elytis
El hielo subiendo por la hojarasca
buscando el granizo.
Los protocolos de nieve
fermentàndose.
La copula y el gorjeo en la cima
donde dos citas se unen.
Interrogas a la necedidad por ellas.
Interiores donde tu cabellera para existir
vuelve hostil de la penumbra.
Danzas como un centìmetro de seda
iguales a los tropicos.
Tal vez el amor como una enciclopedia
de locura.
O las arcas donde la extinciòn es
la botadura del escarnio en los barcos.
O un nombre con parentezco desperdigandose
entre lo acuatico, sobremanera.
Y entiendo que lo acuatico es proceder
como la dolencia de fratricidas pañuelos.
Comprendo mi estaciòn que reinicia
sus pedazos sucios en la orilla.
Y la pureza -su opuesto- empieza entre
colores amarillos;
despuès es matizada.
Lo sucio emprende sutilezas como la
ira o el metal del fotografo.
Despuès, el anuncio de enramadas
cuando ya nada logramos decirnos.
Flotas sobre una torre de leche
primogenita en mis rencores.
Suspendida como un trecho donde
los vagones de sonajas.
Sensualista de las mesas donde
algùna luz ignoramos.
Porque uno de sus destellos
nos ciega.
Guillermo paredes mattos
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