sábado, 5 de marzo de 2016
El Dón de las Hormigas
Lo primero que acontecerá es el tocarnos.
Caminaremos entre la niebla y para guiarnos pronunciaras
con el sonido una caricia. Yo intentaré entenderte como
en días de otoño cuando el roce entre la niebla
es una verdad.
Después de tocarnos empujarémos una puerta.
-el cabello de la puerta es rojo y tiene caracoles-
Nuestros pasos llegarán a una habitación donde las
paredes son celestes y todavía hay un pájaro que
nos devuelve los circulos de una araña.
Tú preguntarás para qué.
Yo te recordaré que un círculo es un pubis.
Preguntarás nuevamente para qué.
Empujarémos el dón de las hormigas.
Nosotros sabemos que todas son iluminadas y ante ello
veremos seguramente cosas que son inevitables.
Asi que al llegar al centro de la habitación
nos quedarémos callados, en silencio como lo hacen los
frutos antes que el hombre los lleve a la boca.
Luego buscarémos el desierto.
En el desierto habitan dromedarios con calendarios
de papiros.
En los desiertos se elevan como las helices los
perdigones.
Lo primero que sucederá es el tocarnos.
Después -como ya vimos- será el roce.
El centro de la habitación.
-un centro herbivoro- donde tú preguntarás
para qué.
Pero igualmente caminarémos.
Y desde las venas de lo remoto
la sangre de las cigüeñas preguntará al fin por
una palabra.
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