Todo lo Azul

Hace algunos dìas no escribo.
Pienso en ello porque vivo entre muy pocos
espacios y escribir es una historia de asuntos mìnimos,
a veces pequeños.
Viviendo siempre horizontal y verticalmente en relaciòn
a la linea y el punto.
Pienso en ello con muy pocas cosas en el corazòn; una tarde,
una herramienta, un caballo que dice mi nombre,
el sonido del cefiro que lo apaga.
Hace dìas que no escribo.
Eso es como decir algo ante todos los àrboles que
conozco.
Eso es como merodear la ùnica bota que acompaña
las raices de mi habitaciòn.
Bota llena de civilizaciones dicho sea de paso.
Bota que para su propia maldiciòn no es sìmil de un 
borceguí, porjemplo.
Y yo soy un hombre poco azul.
Muy poco azul para pensar en la manera de encontrar
una forma que obligue a la palabra a llegar.
A pronunciarse.
A ser. 
Mientras tanto me he convertido en un hombre que
hace dìas no escribe.
Que lo ùnico que no deja de hacer es interrogarse.
Meditar o no en su ubicuidad.
Meditar o no con plenitud.
Ello porque me he convertido en un hombre
que hace dìas no escribe.
Y eso es todo lo azul que se puede ser ante el 
viento.