jueves, 2 de abril de 2015
Molinos
Te habìa visto rodear la noche.
Formar circulos para que su azul no te tocara.
Entregarte al sueño de manera que jamàs lograras
despertar.
Pensar de manera que lo sobrenatural no pensara
en ninguno de tus pensamientos.
Sigues pensando que cada calle està llena de molinos
y en ellas te aguardan las aspas.
Escribe poesìa cada noche, de manera que nadie màs
que tù pueda vivir en ella.
Pero te equivocas.
Siempre te equivocas.
Y es necesario y mortal, que en los pàjaros que miras
se esconda algùn equilibrio.
Para que aquel que dices como tuyo, constraste.
Hasta se atomize y llegue temprano a las rocas con una
sola esperanza en el craneo; la de ser golpeado
por las hojas cifradas en èl.
Por ese lugar donde el punto te darà indispensablemente
por muerto.
Allì seràs una inmensa estela del cual sòlo las hormigas
hasta - con desesperaciòn- se dedicaran a reconocer
sòlo tu nombre.
Te habìa visto rodear la noche.
Pensar en los submarinos como si te pertenecieran.
Llamar a los àrboles como si se tratara de frutos
en los que alguna vez reflejaste de manera
fugaz, el contenido del eter
los subsidios del aura.
Te he visto rodear la noche.
Seguir a los hombres sòlo porque sì.
Dormir y si es posible despertar en un mismo
momento.
Uno en el cual sòlo eres conciente de que aquello
que sigues, sòlo son molinos y aspas.
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