domingo, 20 de julio de 2014

Poema






No me dì cuenta que la habitaciòn
carecìa de un buho. Sin èl era imposible el
recogimiento.

Tampoco percibì que lo inasible se
despedìa a cada momento de una boca.

-nuestro interes no consistìa en saber 
que contenìan sus despedidas-

Asi que mi percepciòn de lo inasible 
era descontextual y errante.

Me disculpe con el hombre que habìa
llegado para conocer el recogimiento y que
mostraba su boca.

Sì mi percepciòn de lo inasible era ya
descontextual, què podrìa decirle a ese hombre.

Ese hombre que incluso anhelaba lo inasible.

Todo esto sucedìa en una habitaciòn.

Y percibì que sus filamentos estaban 
estructurados de manera inusual.

En uno giraba un manantial.

Lleguè a ello de manera casi imperceptible.

Mi yo recogìa hojas en el momento en què
ello sucediò.

Las mismas pertenecìan a los
àrboles.

Y entraban por la ventana que 
no debìa estar abierta.

En cuanto a mi individualidad seguìa
buscando en la existencia.

- el hombre iba tras el buho ahora-

Seguidamente esta mirada en mì volvìa
a perderse en el mar.

Y eso era todo.





























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