domingo, 27 de julio de 2014
Doxa del Alga
Porqué el jardín florece con una pequeña intuición
sí la sensibilidad canta inmensa, en los
crepúsculos del olivo.
Qué clase de territorio pertenece a la mimesis ó los
grandes cuentos de amor o
de odio cuando dejan a la conciencia disputar
a la arena cosas para las que jamás somos
preparados: un éxtasis, un mástil,
un fenómeno de sed
agitado por anguilas en grandes horas celestes
y remordimientos sobre planos descoloridos
como el hambre.
Porqué la oración es más lejana en cada alegoría
y las plantas tocan la disciplina de la razón
entre decimales esgrimas sin
expediciones.
Qué horizonte de sentimiento o daga. La expresión
dotada de aceite, el interregno de la fibra en
un devenir donde el desmayo es también
de azufre como los finitos piélagos
del sueño.
Porqué este momento impregnando su pulso
solamente de bocinas.
Heterodoxas y languidas como las
algas.
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