lunes, 21 de julio de 2014

La Palabra del Izar






Un recorrido de siluetas.
La estalactita. Una herradura tomando el 
antiguo nombre del idioma entre las cabelleras
y entonces la cèlula detràs del orfico sendero
donde los tropeles abren espinazos
completando el circulo de atmosfericos nombres...

Pàjaros y memorias de seda como
un articulo de brisa original. Un ciudadano
de caidas y tropiezos suavemente entre los ruidos
que acaban con los himnos tensados en aquellos nombres.

Nombres que no igualan; sòlo propiedades azules de los techos.
Conjuntos donde la regiòn bordea los estrepitos
y estampidas con la misma ilusiòn que
la realidad al tocar los enjambres de las
amapolas o los cetros dislocados
en los hombros menos edipicos.

Valles de unciòn, morados tribunales donde el hoy
suelta el ayer como un vicio morado en cuyas balsas
los pergaminos anduvieron como lampas o gaviotas
-verosimiles al sol- impregnando todo lo que
tocaban de espejos; condiciones para 
que un reflejo ondeara
sus aliento como una
refriega, casi
un simulacro donde asciende con
nosotros el asesino del verbo con millones
de palabras en el filo del canto recitado por la noche.

Miles de palabras que no vuelven al universo.


Y se extienden sobre un tambor de lata como
ahora.

Izando inutiles archipièlagos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario