domingo, 6 de julio de 2014
La Duraciòn de la Imagen
No logramo crearnos.
A lo sumo adquirimos responsabilidad de las
cosas que estàn quietas en el aire.
O podemos respirar en ellas cuando las rafagas
pierden su equilibrio.
Tampoco vivimos. Estamos en manos de la
existencia, pero sus manos no escriben poemas
ni alimentan la sangre de elefantes
o edificios.
Eso es cosa de la burocracia cuando posa su
talante. Cuando se enciclopediza o dedica
astas en medio de ciclos donde la ilusiòn describe en la
apariencia las cadenas que la realidad presiona
desde cultos milenarios.
Uno se alza entre la desesperaciòn del
intepretar y el arte del mediodìa donde las uñas
copan palomas con la inmundicia que deja
una imagen luego de haber dicho
todo aquello que debìa.
Y sin poder mantenerse como una criatura
que duerme en las piedras...
Empieza a fermentarse lentamente
hasta podrirse.
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