lunes, 14 de julio de 2014
Poema
Harás la misma pregunta una y otra vez, hasta
que se convierta en otra.
Dormirás en ella hasta que la interpretación en
sus ojos se convierta en lumen.
Querrás leer en sus ríos como en la existencia
de un mastodonte.
Colocarás un martillo en el brio y junto a ello
amatistas.
La forma pensará que es infinito y por eso
tomarás alguna de sus inmensidades.
Tensarás lo entrecortado, el "nuevamente" del
sino cuando dejamos de fabricarlo.
Oirás el examen y la evolución, miraras los axiomas
del helecho en los tallos.
Creerás que la hoja era todo lo que brotaba en el
jardín de tu pecho.
Notarás que existe una sensación muy diferente
cuando decimos adios a uno mismo.
Imitarás al sol intentando alimentarte de sus
legañas. Soñarás leñadores.
Acaso el poema recogerá esa sombra donde el
día es conciencia o portatropa.
Intentarás domar un parlamento que nada tiene
que ver con la cinética.
En los congresos del aire la imagen derivara a
la noche profunda de la idolatría.
Suavemente.
Como a veces lo hace el pecado.
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