miércoles, 9 de julio de 2014
Intenciòn
La palabra habìa creado una noche.
La noche tuvo como descenlace una vena.
Entre ambos versos reencarnabanse cosas
iguales a una veste.
Mirè hacia alguno de los lados donde fungìa
lo imcomparable y luego escribì en uno de mis dedos
que aquello reencarnandose entre las manos
lograba ser lo que duerme
eternamente mientras
escarbamos en un
pedazo de luna
despuès de mostrarse en la espuma
hecho millones de pedazos.
Yo recogì uno de esos pedazos.
Y aunque no pude reconstruirlo.
Intentè devolverlo al
universo.
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