lunes, 21 de julio de 2014
Los Solidos entre los Trenes
A veces el equilibrio no es la unidad.
Ni el rìo se sostiene sobre la distancia
con la primavera del horizonte.
Ni podemos sustentar la teorìa de
la noche con las cenizas del rayo.
No existe una razòn para cruzar la
arena ni contarle al silencio que esta vez
era diferente.
No hay un porquè para que nuestra memoria
compare nuestras caminatas con alguna de ayer.
Todas son iguales y diferentes.
Pero a veces no hay equlibrio que no sea
fabricante de papel.
O estuario desde el pais de los osos
y mandragoras atadas por las sienes.
Ni la unidad voceando fantasìas de lunas
digeridas por un perro.
O una lechuza en las trenzas del mal
forma suavemente el desden.
La paciencia de una orquidea recitada
por otros colores.
Humedas lluvias forman reciprocos puntos
de albumina y electricidad.
Humedas formas de algoritmos sobre
las botellas vacìas.
Yo le pregunto a un hombre por ello.
Y el responde: Aquì vivieron los
solidos.
Algun dìa entre nosotros vivieron los trenes.
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