sábado, 1 de marzo de 2014
El Sol de Nuestros Descendientes
Sería mas sensible, si tuviera mas cartas que reconocer
y papiros en la niebla, ensartando una carabina
en el nombre veterano de los osos
en sus citas con salmones.
Y podría serlo más si me involucraría con cada uno
de mis pelos. Con cada uno de mis poros,
en toda la vida de mis craneos.
Mas sensible que el sol quemandose a si mismo.
Conocedor de que algun día llegará a la supernova
y no dejará absolutamente nada de si mismo.
No habrá memoria para él.
No quedarán cenizas.
Y nosotros.
Nosotros para entonces tendremos que haber
encontrado otro sol, en alguna lejana
galaxia.
Para que con nuestros descendientes
suceda lo mismo.
Guillermo Paredes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario