jueves, 13 de marzo de 2014
El Halcón de Nieve
El futuro es sòlo un trance.
Un sigilozo exceso propio del tiempo cuando
trata de posarse en el halcòn
de nieve.
Pero otra carta ensamblandose
automaticamente en el presente escribe -el
bardo semiòtico y pragmatico de la ira
en la lluvia- cuando la tinta en el papel es desteñida
por el agua y el invierno es paralelo
al escalar pinàculos, abrevaderos mortales,
nostàlgicos uniformes donde las auroras
decapitan el nacimiento de la araña
la temàtica comparecencia de
un tripulante en la escencia
del àrbol desconocido.
Y ante ello nos queda la evidencia
de un santuario en el espacio donde ayer
como hoy vivimos, uno uniendose y separandose
segùn las agujas y los tremantes.
Segùn las escrituras que no reconocen
proas o elementos amenazadas
por una dimensiòn donde la vida llena
esa evidencia llamada tiempo
de extrañas pronunciaciones.
Y nada sino el hombre està allì para que
no suceda.
Y el pàjaro vuelva a alimentarse de
halcones de nieve.
Igual que el tiempo.
Guillermo
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