Estructuras de Arpones

La misma carta con un pedazo de egloga
y martillos. La valla de la tarde
galopando en el viento con un suave acertijo de 
formaciones edipicas astillando el vibrar que hemisferico
siluetea formas alternativas de palacios
o el superlativo de una casa 
introducida en la bahia.

El rìo de los episodios
con eventos de paquidermos y uvas desde
una mancha de fragatas y troneras
venciendo el elixir del alamar
junto al sesgo, el bloque
de hollin 
disputando un pedazo de confìn al cielo
y despuès los ciclos del mediodìa
encerrados en una casta de liebres el vapor
del husar: un susodicho reproduciendo espectros
y el polen del planeta: deriva a la bruma
el silencio con que la expresividad
despliega en la ira
un tigre de oxido, la providencia.

Cabellos de plata en una plataforma de huesos
donde toca el archipiélago hundido
en trapos de alcaloides
o el tino elemental de lo que verba estructural
como un alimento
la liebre que salta un conjunto de arpones.

Un circulo escencial que lleva el nombre
de los cuerpos.

El nombre que arrancamos al latido del
corazón en el pecho.

Con instrucciones de agoras y astronautas
sutiles.



Guillermo