miércoles, 12 de marzo de 2014

Descomposición del Intuir






Ebrio de barcos.
En mensajes de bardos.
Junto a la bestia antigua del grial
donde el hemetoma es purpura 
hasta despedir su
clarinada.

Pubicas estacas de olivo.
Continuidades de yelmos y ruinas.
La palidez de la circunferencia en el suceso.
De aquel descubrir en el llegamos a la conclusión
que intuir es una manera de decapitarse.

De viajar con un largo compromiso con
la reflexión entre la arena.

Más allá del suspiro, del orgullo y de la
estela, allende al esquí y la
alambrada.

Y luego volvemos a racionalizar todo lo
sensible y extraño que eramos mientras bebiamos
el preludio al cual llevó la intuición
colmando de morgues
nuestro espíritu.

Pero esto es racionalidad
al conjugarla sólo tacionalizamos.

Y no se intuye
nada.






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